Tener un hermano supone siempre una conmoción pero cuando empieza a gatear es todavía peor, te desordena y rompe tus cosas sin el más mínimo remordimiento. Así que Elena decidió que su habitación es un espacio libre de bebés. Hizo este cartel para su puerta:
Aunque a la que nos descuidamos allá va su hermano disparado a cacharrear.
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